Título
Actividad:
Cráteres Lunares
Principios a explicar:
Formación de cráteres en la Luna
Material:
- plato hondo de plástico o unicel
½ kg de Cal o Harina
1 Bolsa de Canicas
Procedimiento:
Se le preguntarán a los participantes las principales características de la Luna, cuando se hable de los cráteres se les pregunta como creen que se formaron y si podremos emular a la superficie lunar en nuestro plato. Ahora pondremos harina en el plato, buscando aplanarla hasta tener una capa uniforme de ½ cm de espesor, que representará la superficie “primitiva de la luna”.
Los participantes tomarán canicas y las lanzarán a la superficie, dejando marcada en esta los múltiples impactos.
Marco Teórico:
Además del Sol y los planetas, exigen algunos otros tipos de cuerpos en el Sistema Solar, como los Satélites Naturales, Planetesimales (conocidos antes como asteroides) y los cometas; siendo estos dos últimos mucho más pequeños que cualesquiera de los otros. Tal como los planetas, muchos de estos cuerpos se encuentran orbitando, ya sea a un planeta o al Sol.
Aún así en muchos casos acaban dirigiéndose a algún planeta o satélite debido a la gravedad, dejado cráteres como “huella” de su impacto con la superficie. Entre más grande sea la masa del cuerpo celeste en cuestión, mayor será su atracción sobre los Planetesimales y mayor será el número de estos que se dirigirán a él.
En los casos de planetas o satélites con atmósfera los impactos se ven amortiguados, causando un daño menor o incluso que el cuerpo se desintegre antes de tocar la superficie.
Explicación:
¿Qué hizo los cráteres de la Luna?, ¿Por qué, si la Tierra es más grande y atrae con más fuerza a los Planetesimales, tenemos menos cráteres que la Luna?
Antes que nada hay que aclarar que a los asteroides ya no se les llama así dado que su nombre significa forma de estrella, cosa que no corresponde con la realidad. Ahora se les llama Planetesimales, que significa planetas muy pequeños.
Estos cuerpos, que abundan en Nuestro Sistema Solar, frecuentemente se ven atraídos por la gravedad de cuerpos mayores como planetas o satélites, por lo que se dirigen a dichos cuerpos y acaban impactando sus superficies. Entre más masa tenga el cuerpo, mayor cantidad de Planetesimales atraerá. Es por esto que se dice frecuentemente que Júpiter es nuestro escudo, ya que su enorme masa atrae a muchos de los “proyectiles” que podrían pasar hacia la Tierra.
Aún nos falta resolver un asunto: la Tierra tiene menos cráteres que la Luna porque, aunque atrae con más fuerza a los Planetesimales, cuenta con una atmósfera que por fricción desintegra muchos de los que entran en ella y amortigua la caída de otros tantos. Sin embargo, no debemos pensar que somos inmunes a los Planetesimales, ya que la atmósfera sólo nos salva de los pequeños; y si no me creen, pregúntenle a los dinosaurios.
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