Fagos
Lelani
Chairez Rodríguez
“Lado
Jakeli era el director científico del instituto Eliava, en Tbilisi,
donde extraían bacteriófagos, del alcantarillado de la
ciudad y el hospital cercano, de desechos agrícolas y de muestras
obtenidas de todo el mundo.”
Greg Bear
en su novela «La Radio de Darwin»
Pero ….¿Que
son los bacteriófagos? ¿Existen o son “Ciencia ficción”?
Y si existen, ¿qué son? ¿Para qué nos sirven
los fagos? Vamos a tratar de contestar estas preguntas.
Sí, efectivamente existen los bacteriófagos, también
llamados llamado virus bacterianos o virus capaces de infectar a las
bacterias. Para familiarizarnos con ellos simplemente los llamaremos
fagos.
Los fagos están
presentes en los desechos humanos, en el suelo y en las aguas residuales.
Fueron descubiertos en el año de 1915 por el investigador inglés
Frederick W. Twort y, de forma independiente, por el científico
franco-canadiense Félix H. D’Hérelle en 1917.
Los fagos carecen
de mecanismo de reproducción, y aprovechan los de la bacteria
para poder reproducirse. Se pueden clasificar de acuerdo a su desarrollo
en dos grupos: los fagos virulentos y los fagos temperados.
Los primeros inician
infectando a la bacteria, posteriormente sus genes son copiados y traducidos
para producir sus propias proteínas, las que se necesitan para
repetir sus genes.
Los segundos se
reproducen igual que los fagos virulentos, pero a diferencia de éstos,
pueden convivir dentro de la bacteria. A la bacteria que posee un fago
integrado se le denomina bacteria lisógena, y al fago integrado
se le denomina profago.
El material genético
de este tipo de virus puede ser tanto ARN (Ácido ribonucleico)
como ADN (Ácido desoxiribonucleico). Muchos fagos presentan estructuras
complejas con cabeza y cola. La infección de la bacteria se produce
porque se agarran de las paredes celulares con unas fibras , a modo
de patas, la cola es una vaina que se contrae para inyectar el contenido
de la cabeza (el material genético, ADN), dentro del anfitrión.
En 25 minutos, son capaces de utilizar con éxito los mecanismos
reproductores de la bacteria. Entonces, la atestada bacteria estalla,
liberándose unas 100 nuevas copias del bacteriófago.
Para el año
de 1952, los biólogos estadounidenses Norton Zinder y Joshua
Lederberg, de la Universidad de Wisconsin, gracias a sus investigaciones,
descubrieron que los genes de una bacteria pueden ser traspasados a
otra bacteria por medio de un fago, gracias a la integración
de una región específica del ADN de la bacteria en el
genoma (genes totales que se porta en un individuo) del virus.
Más tarde, otros investigadores descubrieron, que los fagos podían
integrar sus genes dentro de los de la bacteria huésped y así,
podían ser transmitidos de generación en generación
como parte del propio cromosoma del huésped.
Una manera más
fácil de entender cómo infecta el fago a la bacteria es
con la Tabla 1.
Clasificación y tipos de bacteriófagos
Entre las características
de mayor importancia para su clasificación se encuentran, la
morfología, el rango de huésped que infectan y el ácido
nucleico, aunque la mayoría de los fagos tienen DNA de doble
cadena como material genético.
Existen más
de 13 familias de fagos que se pueden agrupar en las siguientes categorías
morfológicas (Fig. 2):
-Fagos icosaedritos sin cola
-Virus con colas contráctiles (los más complejos)
-Virus con colas no contráctiles
-Fagos filamentosos
Un poco más
desglosado: (Fig. 2)
1. Fagos con RNA:
estructura y ciclo biológico del fago MS2
2. Fagos con DNA monocatenario. (El fago M13 se usa como herramienta
en biología molecular
3. Fagos con DNA de cadena doble. Ciclo lítico de infección:
etapas
4. Enterobacteriofago T4:
5. Enterobacteriofago: Mu:
6. Fago P1:
7. Enterofago l (Lamda):
8. Enterobacteriofago T7
¿Para qué nos sirven los fagos?
Los fagos se emplean
actualmente como vectores (anfintriones de la información genética)
de clonación en el campo de la ingeniería genética
y su estudio tiene implicaciones importantes en la medicina y la genética
en general. concretamente, podemos utilizrlos en la comprensión
de las infecciones virales, defectos genéticos, problemas de
desarrollo, causas del cáncer y la resistencia de las bacterias
a los antibióticos.
Pero además
de lo antes mencionado, con estos pequeños fagos se pueden predecir
los brotes de cólera; esto debido a que los fagos se encuentran
presentes en el agua junto con las bacterias de esta enfermedad. Según
estudios realizados por el equipo de John Mekalanos del Departamento
de Microbiología y Genética Molecular de la Facultad de
Medicina de Harvard, en Boston, los brotes del cólera decrecen
cuando los fagos aumentan en el agua. |