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Ácaros

Lelani Chairez Rodríguez

Alguna vez te has preguntado ¿qué tiene el polvo para que algunas personas sean alérgicas a éste? La respuesta es muy sencilla. Esto se debe a que el polvo doméstico es una mezcla de sustancias de procedencia y composición muy diversas: pólenes, pelos, plumas, fibras textiles, trozos de insectos, escamas dérmicas de procedencia humana y animal, ácaros microscópicos, hongos y bacterias, entre otros. Pero los pequeños animalitos llamados ÁCAROS son los causantes de las alergias y es seguro que los conozcas pues resulta que viven en tu casa.

Los ácaros están por todos lados......en la cama, las alfombras, el sofá, los peluches, las cortinas, y las almohadas. Estos amiguitos son pequeños artrópodos (insectos con patas articuladas y cuerpo segmentado) de la familia de las arañas que se alimentan de escamas procedentes de nuestra piel, por lo que se denominan Dermatophagoides «que comen piel». Hoy en día, llamamos ácaros domésticos a todas las especies que pueden ser encontradas en el ambiente doméstico. Les gusta vivir en lugares calientes y húmedos y por esta razón, tienden a estar presentes en la mayoría de nuestros hogares, oficinas, y escuelas. Y cabe mencionar que además de las alergias no nos causan ningún daño. Los ácaros de polvo son organismos minúsculos y no se puede ver sin usar microscopio pues su tamaño es aproximadamente entre 200-500 micras (una micra es la milésima parte de un milímetro). Resulta que estos animalitos son ciegos, fotofóbicos (no les gusta la luz), y como son parientes lejanos de las arañas tienen ocho patas. La gran mayoría de los ácaros que se encuentran en el polvo doméstico pertenecen al género Dermatophagoides pteronyssinus.

Estos no son todos los ácaros que existen. Los hay que pueden habitar tierra, agua, vegetales, animales y productos derivados de ellos. Algunos son perjudiciales al hombre, como el productor de la sarna y el «bicho colorado»; y otros a los animales como el caso de las garrapatas.

Entre los que viven en los vegetales podemos encontrar especies que pueden ocasionar daños en los distintos órganos. Su período de desarrollo es más complejo que el de los insectos ya que comprende un primer estadio larval, el cual se caracteriza por presentar tres pares de patas, y según la especie pueden tener uno, dos o tres estadios ninfales los cuales se denominan respectivamente protoninfa, deutoninfa, tritoninfa. La reproducción puede ser sexual o en muchos casos partenogenética, un tipo de reproducción sin intervención del macho. Los huevos tienen formas variadas: elíptica, esferoidal, con forma de cebollita, entre otros. Laceran los tejidos vegetales succionando los jugos celulares que emanan de las heridas producidas por su aparato bucal. Éste consiste en un cono sobre el cual se deslizan dos estiletes denominados «quelíceros». Lateralmente se hallan dos órganos denominados pedipalpos cuya función es sensorial. El escaso tiempo en que cumplen su desarrollo contribuye a la generación de resistencia de las poblaciones ante los acaricidas por lo que es recomendable la rotación de los productos utilizados.

Dentro de las especies más difundidas en nuestro país se hallan:
Ácaros de raíz
Miden de 0.75 a 1 mm, son de color blancuzco y patas oscuras. Se hallan en raíces, bulbos, y tubérculos. Atacan plantas en proceso de putrefacción o que han sido invadidas por otros.

Ácaros tetraníquidos o rojos.
Miden 0,5 mm y se caracterizan por tejer tela cuando alcanzan elevadas cantidades.
Los machos suelen ser de color más claro que las hembras, más pequeños y de forma más alargada. En el dorso presentan dos máculas oscuras características. Miden aproximadamente 0.5 mm.

Ácaros tarsonémidos y hemitarsonémidos
Estos ácaros denominados vulgarmente «ácaros de piel blanda» son de escaso tamaño 0.2 mm. y colores translúcidos. Invaden órganos aéreos jóvenes en pleno crecimiento produciendo deformaciones y doblamientos de los limbos foliares, capullos florales y puntas de los brotes.

Ácaros de agallas
Son pequeñísimos, la mayoría mide 0.2 mm. Esto hace que no sean detectados a tiempo sino cuando ya el daño es apreciable. Poseen dos pares de patas. Los daños que causan son variados ya que algunos realizan agallas, deformaciones, enrulamientos y lo que se denomina «erinosis» la cual consiste en la aparición de depresiones o concavidades en las hojas.

Volviendo a los ácaros del polvo. La gente es alérgica a las proteínas presentes en la materia fecal y los cuerpos en descomposición de estos animales. Ambas cosas flotan en el aire de las casas y se convierten en componentes del polvo doméstico. Cada ácaro produce en promedio 20 partículas fecales cada día. Aproximadamente cada tres semanas, se produce una nueva generación de ácaros de polvo en tu casa. Para ayudar a controlar los alérgenos como la acumulación de materia fecal, es recomendable usar un reductor de alérgenos o un purificador de aire. Ambos son capaces de atrapar los alergenos flotando en el aire de la casa. Muchas aspiradoras ordinarias no pueden remover la materia fecal de los ácaros de polvo debido a su tamaño minúsculo. Al alergeno principal causante de las reacciones alérgicas y que procede de las deyecciones (heces) de los ácaros se le denomina Der p 1.

Estudios recientes señalan que los cojines y almohadas sintéticas contienen una cantidad de ácaros muy superior a la detectada en almohadas y cojines de plumas. Bajo las condiciones de vida de humedad y temperatura es en las regiones costeras donde nos encontramos con una mayor densidad de ácaros. Se reproducen principalmente durante los meses de otoño y de febrero a abril, por lo que las personas alérgicas pueden notar un empeoramiento de sus síntomas durante estos períodos.

Pero quienes son propensos a ser alérgicos a los ácaros son principalmente adolescentes y adultos jóvenes, que presentan síntomas de rinoconjuntivitis (estornudos, picor de nariz y ojos, lagrimeo, secreción nasal abundante) y/o asma bronquial (dificultad para respirar, sibilantes, tos) de forma perenne, es decir, durante todo el año.

Si eres alérgico a los ácaros del polvo, puede resultarte beneficioso seguir estos CONSEJOS:

- Disminuir el número de muebles y objetos que puedan acumular polvo (peluches, libros), sobre todo en el dormitorio.
- Evitar alfombras y moquetas, sobre todo de lana, así como cortinas.
- Conviene lavar la ropa de cama, cortinas o fundas de sofás con agua caliente (por encima de 60º).
- La limpieza de la casa y sobre todo del dormitorio debe realizarse a diario si es posible, con aspiradora, y limpiando el polvo con un trapo humedecido. El uso de aspiradoras, desafortunadamente, no elimina los ácaros, que se agarran a los tejidos con sus patas provistas de ganchos; pero al menos puede ayudar a eliminar las materias fecales de ácaros que ya existan.
- Se debe ventilar la casa, manteniendo una temperatura templada y evitando la humedad (no usar humidificadores, no secar la ropa en los radiadores).
- Resulta muy eficaz el empleo de FUNDAS para colchones y almohadas.
- El empleo de ACARICIDAS es una medida efectiva para acabar con los ácaros domésticos.

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